Estoy vinculada por la misma ética de confidencialidad que cualquier profesional médico, sanitario o espiritual, y suscribo el « Interspecies Communicator Code of Ethics » (Código Ético de Comunicación entre Especies), elaborado por Penelope Smith, pionera en el campo de la comunicación con animales.

 

Solo doy información a la persona con la que estoy trabajando directamente.

 

Para comunicarme con un animal necesito dos autorizaciones previas, las cuales son las siguientes: en primer lugar, el permiso del cuidador del animal y, en segundo lugar, el permiso del propio animal. 

En el caso de una consulta para un animal que no está a su cargo, necesitaré más detalles antes de contactar con el animal.

En la mayoría de los casos, es el cuidador principal del animal quien solicita la consulta y el animal en cuestión está encantado de hablar conmigo.

En el caso excepcional de que el animal me comunique que no desea comunicarse, se te devolverá el importe íntegro. Lo mismo ocurre si la comunicación es imposible.

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Una sesión de comunicación no puede remplazar una consulta con un veterinario. Si tu mascota está sufriendo, puedo sentir en qué partes del cuerpo, pero yo no puedo dar un diagnóstico médico ni realizar un tratamiento.

 

Consulta a tu veterinario en caso de que tu mascota tenga problemas de salud.